La verdadera gratitud viene de un estado interno, de sentir en el silencio de tu mente, un espacio donde no hay polaridad, donde no hay ahora tengo y ahora no tengo, donde lo único que existe es una inmensa calma imperturbable por mucho que las olas rompan y la marea suba, una calma que no está supeditada al temporal, únicamente está, incesable, y siempre está ahí disponible para sentirla.
Estamos aquí para experimentar esta polaridad, sin miedo a sentir las subidas y las bajadas, disfrutar del viaje, agradecer cada curva que nos ofrece la vida, para llevarla al silencio y agradecer la oportunidad que nos ofrece, cada situación por desagradable que sea, seguro que si viene a tu vida es para que pueda ser vista desde la gratitud y el amor.
Hay aromas que no tienen nombre, pero grandes significados, fechas sin importancia numérica, que atesoran grandes momentos. Personas efímeras que pasan y quedan por siempre en nosotros. Se respira aire de fin de año, festivo, veraniego. Hecho un vistazo hacia mi costado, sin querer ir atrás, pero rememorando el recorrido hecho hasta donde estoy, lo vivido, lo sentido, lo superado. En este año me permití crecer metal física y espiritualmente, aprender, superarme día a día, disfrutar de mi proceso, tomar registro, entender y comprender. Fue una etapa con un sinfín de sensaciones, no niego que fue duro atravesarlo,lo logré volcando amor donde había miedos, esfuerzo dónde había cansancio, constancia donde había frustración, y tomando de cada situación una lección. Se cierra este ciclo, donde me volví a enamorar y tuve un desamor, rompí patrones, me superé, renové amistades y familia, cambié laboralmente, me elegí ante todo como mi proyecto más importante, y donde mis metas, emprendimientos, sueños más sentidos y concretaciones van tomando vida. Soy creadora de mi realidad. Me retracto a la idea que anteriormente tenía sobre recibir ayuda, este año a su forma, la sentí y estoy sumamente agradecida por la abundancia a mi entorno, por permitirme lo más lindo que es sentir con tanta intensidad, con deseo y convicción proyectar la vida que quiero y sobre todo disfrutar la que ya tengo. Definitivamente un dos mil veintiuno que se llevó partes mías, pero deja MUCHO en mi corazón. Así como una tangente invisible que define una cosa de la otra, cierro este ciclo, uno más en vida, dejándolo ir con mucho amor, gracia, melancolía y cariño, sobre todo por tanto esfuerzo, y realizo la apertura de uno nuevo, yendo por todo. De mis palabras solo puedo recitar gracias gracias y gracias!
Comentarios
Publicar un comentario