El encuentro exacto. El momento justo. El abrazo, la canción necesaria. La nueva letra que se convertirá en canción favorita. El día que queda en la memoria eterna. Podríamos creer que todo es coincidencia, que todo es por azar. Hay personas, momentos, lugares y acontecimientos tan precisos que parecen extracto de utopía. Nada es indiferente, somos vínculos. Confiar en lo que habitamos, porque en esa entrega se gesta la magia de conectar con lo real, lo espiritual, las señales , los mensajes inconscientes que recibimos. Se trata de elegir entre lo que resulta liviano y pesado. Instante de conectar con lo que pulsa, habitar la diferencia y sus nuevas formas. Flexibilizar lo consciente e inconsciente, registrar los patrones del goce.
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