El cuore, el anima y mente en tiempos de cuarentena.
Aceptar la intensidad y paradoja de este tiempo dónde nada es estable ni garantizado.
Nos abrimos al gran abanico de emociones.
Estamos inciertos, nos volvemos más profundos y existenciales.
¿Tiempo lineal o relativo? se pregunta uno.
Preocupación e incertidumbre por este período de stand by, pero nada es más relativo que el tiempo,
Nosotros somos tiempo.
Somos lo que hacemos con el tiempo que tenemos.
En si todo es lineal, la relatividad está en cómo lo vivimos y aprovechamos.
Entramos en un proceso de introspección personal, y esta vez no es opcional, dónde no podemos huir de nuestros pensamientos, los atravesamos.
La salida siempre es hacia adentro.
Cada vez que te sientas triste , en realidad , estás distraído, en cosas que te desconectan del presente, no reproches el pasado ni especules en el futuro.
Porque si tu mente y visión estuviesen en otro lado verías belleza en vez de caos.
¿Cuantas cosas hermosas nos perdemos por estar perdidos en nuestra mente?
Nada es permanente, siquiera esta situación, excepto el cambio.
Chocarse con el viejo yo versus el nuevo, estar fuera de contexto con la globalización, estar bien a dentro, deconstruyendo y re significándonos.
Hasta nos preguntamos si estamos actuando conforme al deseo que nos habita, no hay persona ni frecuencia de energía que se interponga entre nuestra pregunta y respuesta con nosotros mismos. Nos hallamos más fieles y genuinos. Reafirmamos y pulimos.
Una especie de terapia alternativa , sueños más lúcidos y con mensajes claros.
Psicología con nosotros mismos, metafísica como modo de vida y espiritualidad ligado a las energías, sin dejar de ser personas realistas.
Todo tiene un porqué en un momento determinado.
Este hito es global y personal al mismo tiempo, cortado por la misma tangente.
Adaptarse, observar , disfrutar y valorar lo simple.
Esperar sin esperar nada.
y seguir disfrutando del camino antes de llegar a nuestra próxima meta.
Aceptar la intensidad y paradoja de este tiempo dónde nada es estable ni garantizado.
Nos abrimos al gran abanico de emociones.
Estamos inciertos, nos volvemos más profundos y existenciales.
¿Tiempo lineal o relativo? se pregunta uno.
Preocupación e incertidumbre por este período de stand by, pero nada es más relativo que el tiempo,
Nosotros somos tiempo.
Somos lo que hacemos con el tiempo que tenemos.
En si todo es lineal, la relatividad está en cómo lo vivimos y aprovechamos.
Entramos en un proceso de introspección personal, y esta vez no es opcional, dónde no podemos huir de nuestros pensamientos, los atravesamos.
La salida siempre es hacia adentro.
Cada vez que te sientas triste , en realidad , estás distraído, en cosas que te desconectan del presente, no reproches el pasado ni especules en el futuro.
Porque si tu mente y visión estuviesen en otro lado verías belleza en vez de caos.
¿Cuantas cosas hermosas nos perdemos por estar perdidos en nuestra mente?
Nada es permanente, siquiera esta situación, excepto el cambio.
Chocarse con el viejo yo versus el nuevo, estar fuera de contexto con la globalización, estar bien a dentro, deconstruyendo y re significándonos.
Hasta nos preguntamos si estamos actuando conforme al deseo que nos habita, no hay persona ni frecuencia de energía que se interponga entre nuestra pregunta y respuesta con nosotros mismos. Nos hallamos más fieles y genuinos. Reafirmamos y pulimos.
Una especie de terapia alternativa , sueños más lúcidos y con mensajes claros.
Psicología con nosotros mismos, metafísica como modo de vida y espiritualidad ligado a las energías, sin dejar de ser personas realistas.
Todo tiene un porqué en un momento determinado.
Este hito es global y personal al mismo tiempo, cortado por la misma tangente.
Adaptarse, observar , disfrutar y valorar lo simple.
Esperar sin esperar nada.
y seguir disfrutando del camino antes de llegar a nuestra próxima meta.
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