La verdadera gratitud viene de un estado interno, de sentir en el silencio de tu mente, un espacio donde no hay polaridad, donde no hay ahora tengo y ahora no tengo, donde lo único que existe es una inmensa calma imperturbable por mucho que las olas rompan y la marea suba, una calma que no está supeditada al temporal, únicamente está, incesable, y siempre está ahí disponible para sentirla. Estamos aquí para experimentar esta polaridad, sin miedo a sentir las subidas y las bajadas, disfrutar del viaje, agradecer cada curva que nos ofrece la vida, para llevarla al silencio y agradecer la oportunidad que nos ofrece, cada situación por desagradable que sea, seguro que si viene a tu vida es para que pueda ser vista desde la gratitud y el amor. Hay aromas que no tienen nombre, pero grandes significados, fechas sin importancia numérica, que atesoran grandes momentos. Personas efímeras que pasan y quedan por siempre en nosotros. Se respira aire de fin de año, festivo, veraniego. Hecho un vi
Bitácora de mí sentir